viernes, 21 de febrero de 2014

¿Cómo llegar?

Si sales desde Madrid, vas por la A-I dirección a Burgos. Nos desviamos en el Km 100 dirección a Cerezo de Abajo. En Cerezo de Abajo: el primer desvío a la izquierda (antes de pasar la gasolinera Petronor), tenemos tomar la C-112 dirección a Cuellar. Duruelo está a 4 km, hay que desviarse a la derecha en dirección al pueblo. Nada más entrar estamos en la Urbanización de Sotomosila. Avanzar en línea recta 800 metros hacia el pueblo; es la penúltima bocacalle a mano izquierda (en la misma esquina nos encontraremos los buzones de las cartas). Es la Calle E, parcela 116, nada más empieza la calle, la segunda casa a mano izquierda).

miércoles, 9 de enero de 2013

¿Cómo contactar?



Preguntar por por Juan

Móvil: 629 948 444

Una imagen vale mas que mil palabras




































LA DOMUS DEL HISPANO

 

« OMNE TULIT PUNCTUM QUI MISCUIT UTILE DULCI »

« Quien mezcle lo placentero con lo útil, ganará la aprobación de todos”

Horacio Flaco



Una casa que destaca por su decoración sencilla y con luz natural, el resultado junto con su diseño crea un ambiente relajado y acogedor, intentando imitar el estilo de las casas de la antigua Roma.

 
Con hilo musical y una minipiscinas-spa en el interior. con camas para 15 personas.
La planta baja tiene 3 habitaciones con 8 camas, un salón con cocina americana de 33 m2 con hilo musical que comunica con un porche de 20 m2 y un  jardín de 350 m2. 1 baño completo con ducha hidromasaje y una minipiscinas-spa con agua a 18-20º (que será inaugurada este verano), con hilo musical.
En la 1ª planta o bajocubierta, tiene un “salón polivalente” con hilo musical, con capacidad para dormir 7 personas en camas “japonesas”, 1 baño completo y una terraza-mirador de 15 m2.

Todos los dormitorios y sala polivalente tienen armarios empotrados y las ventanas están adaptadas para conservar el calor con las bajas temperaturas. La calefacción es por suelo radiante y  utilizamos el calor de la tierra para calentarla (energía geotérmica).
Un lugar Ideal como alojamiento turístico, para practicar idiomas en grupo, grupos de empresas, fiestas privadas, cumpleaños, despedidas de solteras/os, etc. y todo aquello que quieras plantear como cliente.

jueves, 25 de octubre de 2012

La convivium en Roma


HAY QUE SEGUIR EL RITUAL…

  • Los conocedores de la buena cocina afirmaban que la comida tenía que ir “ab ovo usque ad mala” (del aperitivo a los postres).

  • Convivium era la comida más importante del día, entre la hora 8ª en invierno y la hora 9ª en verano.

  • Se hacia en el comedor “Triclinium” de la domus y constaba de 3 tiempos. Y estaba compuesta de 7 platos ó “fercula”:

    1.  “Gustatio ó promulsis”: “el primer plato o entremeses. Un conjunto de alimentos que debían de ser ligeros (alimentos preparados de forma muy sencilla, los asimilados a los aperitivos de hoy en día). Tipo: huevos, aceitunas, alcaparras pates, quesos con hierbas, etc.
    2. “Primae mensae/cenae”: “plato principal o fuerte”: 3 entradas: verdura, pescado o marisco (asados, rehogados, rebozados, cocidos o en salsa) y 2 asados de carne, pescado o ambos.
    3. “Secundae mensae/cenae”: “postres”: 2. frutas, dátiles rellenos de frutos secos pimienta y caramelizados con miel, pasteles y dulces.
    4. “Comissatio” (optativo), “que sigue a la comida, sobremesa”. Es una especie de segundo festín en que se degusta la bebida. Se elige por sorteo un “Magíster vivendi” que es el que fija la cantidad que hay que beber y la proporción de la mezcla. Los invitados se divierten, escuchan música, presencian espectáculos de mimos, bailes, etc.
Los invitados y anfitriones se tumbaban sobre los “Triclinia”, que eran signo de elegancia y comodidad de una determinada clase social. Los triclinia eran mesas cuadradas en forma de U y se acomodaban entre 7 y 9 comensales. También los había redondos “stibadium” o de dos espacios “biclinium”.

Los triclinia se componían virtualmente de tres espacios perfectamente diferenciados dónde se colocaba a cada invitado según el  protocolo, por estricta jerarquía y etiqueta:

  • Lectus medius: Lecho de honor, no tenía a nadie enfrente y dentro de éste, el mejor sitio era la parte derecha el llamado “locus consularis”.
  • Lectus summum: Se situaba a la izquierda del anterior y dentro de éste el sitio de honor era el de la izquierda denominado “fulcrum”.
  • Lectus imus: A la derecha del medio, y dentro de éste la mejor posición, el “fulcrum”, lo componía la parte izquierda.
El “nomenclator” era el encargado de ir nombrado a cada uno de los invitad@s y los designaba en cada lecho según su posición social y amistad.

En medio del triclinium se ponían 2 mesas de mármol o madera: la del centro o principal llamada “cilliba” para poner la comida y la mesa auxiliar “cilibatum” dónde se ponía la bebida.

Una vez posicionad@ en el lugar a ocupar durante la velada, se procedía a quitar las sandalias y lavar los pies bien por los esclavos o por el anfitrión, se quitaban las togas y se ponían la “síntesis”, una muselina ligera muy cómoda.

La comida era llevada por los “ministratores” según el orden establecido en el menú. Los vinos “mulsum” lo servían los “escanciadores” solían ser sirios o frigios por lo exótico de sus rasgos.
Los entretenimientos y diversiones primaban en toda cena romana: las conversaciones, los chistes, el cotilleo, los temas políticos. Música, pequeños espectáculos, gladiadores.

El postre se servía con algún tipo de representación de Príapo guardián de la huerta y alimentos de la domus y dios de la fertilidad.

El ritual del perfume, los inciensos y flores formaban parte en la cena para refrescar y desodorizar el habitáculo, pero con su justa medida para no  desvirtuar el gusto de los platos servidos.


La commisatio (especie de borrachera oficial), en la que se bebía vino siguiendo las instrucciones del magíster vivendi. Solía beberse de 1 a 11 copias y se brindaba por la salud o la buena suerte, se la bebía el anfitrión y la pasaba al siguiente, siguiendo el mismo ritual todos los comensales.