jueves, 25 de octubre de 2012

La convivium en Roma


HAY QUE SEGUIR EL RITUAL…

  • Los conocedores de la buena cocina afirmaban que la comida tenía que ir “ab ovo usque ad mala” (del aperitivo a los postres).

  • Convivium era la comida más importante del día, entre la hora 8ª en invierno y la hora 9ª en verano.

  • Se hacia en el comedor “Triclinium” de la domus y constaba de 3 tiempos. Y estaba compuesta de 7 platos ó “fercula”:

    1.  “Gustatio ó promulsis”: “el primer plato o entremeses. Un conjunto de alimentos que debían de ser ligeros (alimentos preparados de forma muy sencilla, los asimilados a los aperitivos de hoy en día). Tipo: huevos, aceitunas, alcaparras pates, quesos con hierbas, etc.
    2. “Primae mensae/cenae”: “plato principal o fuerte”: 3 entradas: verdura, pescado o marisco (asados, rehogados, rebozados, cocidos o en salsa) y 2 asados de carne, pescado o ambos.
    3. “Secundae mensae/cenae”: “postres”: 2. frutas, dátiles rellenos de frutos secos pimienta y caramelizados con miel, pasteles y dulces.
    4. “Comissatio” (optativo), “que sigue a la comida, sobremesa”. Es una especie de segundo festín en que se degusta la bebida. Se elige por sorteo un “Magíster vivendi” que es el que fija la cantidad que hay que beber y la proporción de la mezcla. Los invitados se divierten, escuchan música, presencian espectáculos de mimos, bailes, etc.
Los invitados y anfitriones se tumbaban sobre los “Triclinia”, que eran signo de elegancia y comodidad de una determinada clase social. Los triclinia eran mesas cuadradas en forma de U y se acomodaban entre 7 y 9 comensales. También los había redondos “stibadium” o de dos espacios “biclinium”.

Los triclinia se componían virtualmente de tres espacios perfectamente diferenciados dónde se colocaba a cada invitado según el  protocolo, por estricta jerarquía y etiqueta:

  • Lectus medius: Lecho de honor, no tenía a nadie enfrente y dentro de éste, el mejor sitio era la parte derecha el llamado “locus consularis”.
  • Lectus summum: Se situaba a la izquierda del anterior y dentro de éste el sitio de honor era el de la izquierda denominado “fulcrum”.
  • Lectus imus: A la derecha del medio, y dentro de éste la mejor posición, el “fulcrum”, lo componía la parte izquierda.
El “nomenclator” era el encargado de ir nombrado a cada uno de los invitad@s y los designaba en cada lecho según su posición social y amistad.

En medio del triclinium se ponían 2 mesas de mármol o madera: la del centro o principal llamada “cilliba” para poner la comida y la mesa auxiliar “cilibatum” dónde se ponía la bebida.

Una vez posicionad@ en el lugar a ocupar durante la velada, se procedía a quitar las sandalias y lavar los pies bien por los esclavos o por el anfitrión, se quitaban las togas y se ponían la “síntesis”, una muselina ligera muy cómoda.

La comida era llevada por los “ministratores” según el orden establecido en el menú. Los vinos “mulsum” lo servían los “escanciadores” solían ser sirios o frigios por lo exótico de sus rasgos.
Los entretenimientos y diversiones primaban en toda cena romana: las conversaciones, los chistes, el cotilleo, los temas políticos. Música, pequeños espectáculos, gladiadores.

El postre se servía con algún tipo de representación de Príapo guardián de la huerta y alimentos de la domus y dios de la fertilidad.

El ritual del perfume, los inciensos y flores formaban parte en la cena para refrescar y desodorizar el habitáculo, pero con su justa medida para no  desvirtuar el gusto de los platos servidos.


La commisatio (especie de borrachera oficial), en la que se bebía vino siguiendo las instrucciones del magíster vivendi. Solía beberse de 1 a 11 copias y se brindaba por la salud o la buena suerte, se la bebía el anfitrión y la pasaba al siguiente, siguiendo el mismo ritual todos los comensales.